Crónica por Cristina García
En la primera jornada del festival
Sonorama Ribera 2014 parecía inevitable que tuviéramos la vista puesta en la actuación de
Raphael, sin embargo el día nos sorprendió gratamente por muchos otros detalles.
La organización del festival
había asegurado que en cada rincón de Aranda de Duero se escucharía música indie
nacional, ya fuera en los distintos escenarios repartidos por las plazas de la
ciudad, en el mismo camping o en el recinto propiamente dicho.
Foto de: Cristina García |
El hecho de que nombres como
Bravo Fisher! o Joe La Reina estuvieran programados para el mediodía de un día
laborable en la archiconocida Plaza del Trigo auguraba entretenimiento durante
todo el festival.
De los grupos que tocaron en el
escenario Carson merecen especial mención Escorsese, que con un nombre que sugiere
rock oscuro hicieron disfrutar a los acampados con su blues andaluz.
Una vez dentro del recinto
descubrimos cuatro escenarios. El primero del que oímos música es el Hangar,
donde un grupo castellano llamado Trailer deleitaba a los asistentes más
tempraneros con rock clásico muy bien orquestado. La presencia de grupos
nacionales de calidad que empiezan a hacerse un hueco en el panorama musical es
reconfortante y gracias a festivales como el Sonorama Ribera tienen la oportunidad de alcanzar un
merecido puesto. Quién sabe si en un par de años serán los protagonistas del
segundo escenario.
Foto de: Cristína García |
Después de recorrer los stands en
los que podías encontrar desde vinilos a merchandising variado, nos ponemos
rumbo al escenario grande donde Niños Mutantes daban buena cuenta de su repertorio.
Hay que destacar que entre los fans situados en las primeras filas del público
se encontraba ya el club de fans de Raphael, que tocaría a continuación, lo que
confirma que la música no entiende de edad y que puede conectar a varias
generaciones.
Niños Mutantes se encontraban
pletóricos, con un batería que impregnaba de un ritmo frenético las canciones
del grupo. Esa energía la transmitieron al público y los
ánimos empezaron a elevarse al ritmo de canciones como 'No puedo más contigo'.
Sin movernos del escenario Ribera
de Duero nos preparamos para ver a uno de los grandes de la música española en
un entorno totalmente nuevo para él.
Foto de: Cristína García |
Ver a Raphael en el escenario de un
festival indie superó las expectativas que cualquiera tuviera sobre el evento.
No sólo superó el tiempo medio utilizado por los grupos festivaleros, de hecho,
superó el propio tiempo de show que la organización le había programado,
retrasando así al resto de grupos de ese y otros escenarios. Pero... es que es
Raphael. Durante más de dos horas, pudimos ver cómo los músicos que acompañan a
este gran artista también lo son por derecho propio. Un pianista de una increíble destreza y tremendamente animado; un guitarrista que marca los ritmos tanto en eléctrica como en clásica; por no mencionar al resto de músicos en escena.
Foto de: Cristina García |
Desde el punto de vista de
alguien acostumbrado a acudir a festivales he de decir que la puesta en escena,
la calidad de las letras y melodías, y la inevitable (y en parte temida)
actitud de Raphael, hicieron de este concierto un gran acierto para el Sonorama
Ribera.
Al escenario se le unieron Juan
Alberto Martínez (uno de los Mutantes) para cantar 'Estuve enamorado' y no la
versión que este grupo hace de la conocida 'Como yo te amo', Vega y Alberto
Jiménez (Miss Caffeina) entonando a dúo 'Hablemos del amor' y 'Que sabe nadie'
respectivamente.
En un alarde de profesionalidad y buen gusto no se
limitó a elegir un setlist “accesible”, repleto de temas bien conocidos por todos, respetó sus grandes clásicos pero sorprendió con grandes
ausencias. Buen ejemplo de ello fue la versión instrumental de 'Yo soy aquel', o la peculiar interpretación de 'Mi gran noche', que sonó al
comienzo de su actuación, sin darse grandes alardes y quizá eludiendo la repercusión que podría tener la canción. 'Escándalo' fue otra de las reconocidas por
la masa indie, que disfrutó enormemente.
Raphael brilló con
luz propia interpretando sus temas más intimistas como 'Ámame', o 'Amor mío'. Uno de los momentos más sorprendentes se produjo mientras interpretaba 'Frente al espejo' rompiendo un espejo con una
silla, algo que a pesar de que lo suele repetir en sus actuaciones no deja de ser espectacular. El broche final lo puso con 'Como yo te amo' canción de sobra conocida por todos. Sin duda alguna Raphael dejó claro que su espectáculo está por encima de cualquier etiqueta, al tiempo que quedó patente como las canciones compuestas por Manuel Alejandro son imperecederas.
Después de tal tremendo
espectáculo fue difícil decidir rumbo. Elefantes tocaban en el escenario
Castilla y León es vida atrayendo a muchos de los allí presentes
con canciones nuevas y sus grandes clásicos, mientras que Iván Ferreiro comenzaba
su concierto en el escenario principal, con los temas que los
asistentes deseaban escuchar.
Foto de: Cristina García |
Pero a nuestro parecer los que no dejaron a nadie
indiferente fueron Layabouts, marcando un punto de inflexión en lo que había sido una jornada de pop español. Los madrileños repartieron buenas dosis de rock enérgico con tintes de punk.
Tras ellos llegaron We Are Standard rememorando grandes clásicos de The Clash,
que pese a interpretar temas archiconocidos por el público, no llegaron al mismo grado de complicidad que habían conseguido Layabouts minutos antes.
En resumen, una jornada
llena de sorpresas, que no dejó a nadie indiferente. El Sonorama
Ribera promete y cumple.
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